SANTO GRIAL

 



Existen otros cálices que se han creído poder identificar con el Santo Grial. Uno de ellos es el “Cáliz de Antioquía” de la colección Cloisters de Nueva York que fue descubierto en el siglo XII y provenía de Antioquía. La elaborada cubierta o recubrimiento exterior con profusión de animales, racimos de uva y 12 figuras humanas sentadas, habría sido añadido durante el primer siglo de nuestra era. Dos de esas figuras se identifican con Jesucristo y las otras 10 con apóstoles.

Algunos identifican este Cáliz con el Santo Grial. Otros sitúan su creación en el siglo VI.


Santo Grial de los obispos de Sásave en Valencia

El Santo Grial fue el cáliz del que bebieron Jesucristo y sus discípulos en la Última Cena. Según la tradición apareció en Roma traído desde Jerusalén por San Pedro. Allí fue utilizado por los pontífices para celebrar la Eucaristía.  En el canon litúrgico romano de los primeros papas en el momento de la consagración se decía textualmente: "tomando este glorioso cáliz".

En las persecuciones del emperador Valeriano el papa Sixto II antes de morir entregó las reliquias y alhajas a su diácono Lorenzo, natural de Huesca, quien también fue martirizado, no sin antes enviar a su ciudad natal el Santo Grial acompañado de una carta. Ocurría todo ello el año 258 o quizá el 261.

Según la tradición aragonesa la copa permaneció en Huesca hasta la invasión musulmana. El obispo de la ciudad Audeberto abandonó con el Santo Cáliz su tierra en el año 713 para refugiarse en un viejo cenobio visigodo en la confluencia de los arroyos Calcil y Lupán al norte de Jaca, en donde se asentó el primer obispado de la reconquista en el antiguo condado de Aragón. Es la iglesia obispado de San Adrián de Sásave.

El 26 de septiembre de 1399 el Cáliz pasó a ser custodiado en el palacio de la Aljafería en Zaragoza a petición del rey de Aragón Martín el Humano.  El propio Rey lo llevó poco después consigo a Barcelona donde a su muerte en 1410 aparece documentado en el inventario de las reliquias de Aragón. En el texto de la entrega que se conserva en Barcelona se hace constar que el Santo Cáliz fue remitido desde Roma con una carta de San Lorenzo. El 18 de marzo de 1436 el rey  Alfonso V de Aragón lo hizo trasladar a Valencia llevándolo su hijo el infante de Aragón don Juán, rey de Navarra y gobernador de Aragón y Valencia. Desde el 18 de marzo de 1437 se conserva en la catedral de esa ciudad según un documento en el que se refiere al «Cáliz en que Jesucristo consagró la sangre el jueves de la Cena». Desde 1916 se halla en la capilla del Santo Cáliz, antigua Sala Capitular.

El 3 de Abril de 1744, día de Viernes Santo, se le cayó en Cáliz y rompió en dos mitades durante los oficios al Arcediano Mayor y canónigo de la Catedral don Vicente Frígola Brizuela. Lo compuso de inmediato el maestro platero Luis Vicent.

Posteriormente, de 1809 a 1813, el Santo Grial realizó diversos recorridos para ponerlo a salvo de la Guerra de la Independencia. Fue llevado a Alicante, Ibiza y Mallorca. 



Dante Gabriel Rossetti
1828-1882